Nacer mujer... Cremación.

La India tiene una larga tradición de discriminación hacia la mujer sustentada por la religión hindú y el brahamanismo.
A la mujer india jamás se la besa o se le da la mano, tampoco se le dirige la palabra en lugares públicos. Lo correcto es evitar cualquier contacto físico con ellas.

La subordinación de la mujer lleva a que las mujeres aborten fetos femeninos o abandonen a las bebés porque tener una hija es una carga y una desgracia, aún cuando en cualquier hogar la mujer hace todas las tareas no solo para el marido sino también para sus suegros o parientes del esposo, además de trabajar, buscar agua, trabajar la tierra o cuidar el ganado, recolectar caca de ganado para prender fuego, caminar varios pasos detrás de su marido cuando va por la calle y cargar con todos los bultos cuando se hacen las compras mientras su marido va con las manos libres.

Cuando las mujeres van a abortar legalmente, el esposo y su familia se cuidan mucho de saber por las ecografías que el feto es femenino y no masculino.
Abortar un feto masculino es un sacrilegio.

También en la India hay un alarmante aumento de muertes de mujeres jóvenes en el hogar, generalmente quemadas, que se consideran asesinato encubiertos, llevados a cabo por el marido, o la familia de éste, cuando no le gusta la mujer con la que se casó.
Se considera normal que el esposo golpeé a su mujer cuando no le gusta lo que ella hace o como lo atiende, la religión y la cultura lo justifica.

Antiguamente cuando moría el marido, se quemaba a su mujer viva junto a él para que le indicara el "camino al cielo", 'aturdida' con opio.
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*Námaste: (नमस्ते ‘me inclino ante ti’) en idioma hindi y sánscrito.
Es una expresión de saludo, con las palmas de las manos juntas y con los dedos apuntando hacia arriba a la altura de las mejillas o también sobre el pecho con una ligera inclinación de cabeza.
Se utiliza al igual para saludar y despedirse, para pedir, dar las gracias, mostrar respeto o veneración y para rezar.